Menos lobos, Caperucita

miércoles, 15 de octubre de 2014

- Caperucita, vete por aquí, que es el camino más corto.

Y Caperucita, a pesar de que estaba viendo que no se lo decía un tipo cualquiera, sino un personaje con las fauces del tamaño de un autobús y unas garras que ya quisiera Freddy Krueger, decidió pensar en positivo, sin prejuicios, confiar en el triunfo del bien y en la buena fe del Lobo. 

¿Qué culpa tenía él de que la vida le hubiese dado aquellos atributos, aquellas circunstancias? Caperucita no quería sentenciarlo, no le gustaba ese filtro. Ella prefería actuar desde el amor...

Oye, y qué placer caminar al son de los pájaros, haberse podido refrescar junto al río, qué flores tan bonitas cogió durante el camino y qué aromas le dejaron en la memoria... Qué feliz con su ramillete de recuerdos.

Pero los lobos se comen a las abuelitas. Y eso es así aquí y en Lima. Así que éste, como todos los lobos con fauces y garras, no iba a ser menos. Se quedó con el camino más rápido y fácil, se comió a la abuelita y esperó para hincar también el diente a Caperucita si se dejaba.

La abuelita, ya lo sabemos, salió ilesa. Pero porque eso de que el Lobo se la zampase sin hacerle ningún rasguño estaba claro que no era más que una forma amable de narrar las cosas en un cuento para niños. Por eso, una vez que la abuelita se rehizo el moño, se fumó el pitillo y se despidió del Lobo recolocándose el camisón, se acercó segura hasta Caperucita y le dijo agradecida al oído:

- Cariño, eres gilipollas. 

¿Qué recoge quien siembra la duda?

martes, 8 de julio de 2014

¿Qué recoge quien siembra la duda?
Nada.
Abandona la cosecha a su suerte y al infortunio del que,
despistado,
pasaba por allí y recolectó,
Campesino engatusado por las curvas
de un interrogante.
Confiando en que el fruto,
quizás,
alimentase su alma.
Pregunta con silueta de maná,
embocada al paladar
y con notas de wasabi.
Suave al tacto,
energía en un ocho perfecto
pisado con cejilla.
Pero, ¿qué recoge quien la duda siembra?
¿Nada?

Sin saber por qué

martes, 30 de abril de 2013
 

Las mayores certezas de la vida lo son sin saber por qué. Aquéllas que se respiran, se paladean, se agonizan, se digieren, implosionan... Se saben; sin saber por qué. 

Se tendería en el césped durante días, mañana y noche y mañana y más, hasta que todo el aire del universo hubiese pasado por el didjeridoo. Hasta que no le quedase más paz que silbar. 

Tan simple como el esbozo infantil de una margarita. Tan naíf. Como el olor en las yemas de los dedos al deshoje. Tan sutil. Tan placentero. 

Una gota de limón en la punta de la lengua. Carrillera de fogón que ascuas y horas llevan a derretir en la boca. Guarnición de una mermelada de arándanos.

Y desasosiego. 

I wanna be Miss Wrong

miércoles, 27 de junio de 2012

Quítame la razón. Mejor aún: arráncamela. Extírpala con un láser potente, con el mejor: con la luz, la luz de la Verdad. Ni la tuya ni la mía, la Verdad.

Me creerías si te digo que no pegué ojo. ¡Qué calor tan asfixiante! Imposible dejarse abrazar por la almohada, ¿verdad? Mentira. O verdad al 2%. El resto eres tú o la proyección de ti sobre esta cabeza sofocada a la que quitas el sueño. ¿Es la sombra en la caverna de Platón? ¿Son mis ganas de estar equivocada? 

Maldita intuición. Malditos avances: en lugar de llevar el presente hasta el futuro, arrastran las tinieblas del pasado hasta el ahora. La imaginación hace el resto. Las manos, también. Prefiero pensar que no porque todas las piezas encajen, significa que el puzzle está completo. Puede que sólo sea mi prisma... ¿Y si veo nada más que una esquina? ¿Y si mi puzzle muestra un rincón oscuro y es, sin más, un punto negro en una explosión de color?

Mis ganas. Mis ganas de tener miopía, astigmatismo, vista cansada. Todo a la vez. El anhelo. De que el paisaje negro que muestran mis cuatro piezas no signifique nada estando aislado. Tanto, que ni siquiera sea por sí.

Joder. Ven y dime que es mentira. Que soy una paranoica. Que estoy equivocada. Que mi mierda ha sido mentira siempre. Que ha sido mentira toda. Que toda es mentira. Mentira. Siempre. Toda. Ven.

Lobos con piel de cordero

viernes, 16 de marzo de 2012

Tan adherida a su pelaje, que cuesta años, rabia y lágrimas advertirlo. Tan bien caracterizados, que asientes: "las pezuñas dan zarpazos".

En la intimidad de dos, a pulmón abierto, arrojó la luz un aullido que no alcanzó a reprimir.

Alguna vez se escapará su esencia ante el rebaño. Entonces, Asombro, Silencio y Tiempo pondrán a cada cual en su sitio.

"Líbrame de las aguas mansas, que de las bravas ya me libro yo"

Canción infantil para adultos


Una mentira se balanceaba sobre la tela de una araña.
Como veía que no se rompía, fue a llamar a otra mentira...
                                                                                                                ...Y así, hasta que se 
                                                                                                                                                           a

                                                                                                                                                           g
                                                                                                                                             
                                                                                                                                                           o

                                                                                                                                                           t

                                                                                                                                                           ó
                                                                                                                                                                 la Paciencia.

Martes Trece

martes, 13 de diciembre de 2011

¿Has probado alguna vez a expulsar todo el aire escondido en tus pulmones? ¿Has creído notar tus células en una ebullición casi paralizante? ¿Has sentido una tristeza pesada como un yunque sobre la boca del estómago? ¿Has deseado con todas tus fuerzas cerrar los ojos y que desapareciese? ¿O encerrarte a llorar en una burbuja hasta caer rendida y olvidarlo todo mientras duermes?

Sé que tenemos alma porque un blues mudo corroe la mía. Una partitura de silencios y corcheas de suspiros.

Sé dónde está el corazón porque lo siento hacerse en la sístole del tamaño de una nuez. Ínfimo, para pasar desapercibido y no volver a ser encontrado.

Sé de mis cuerdas vocales porque algo se contrae en mi garganta en el más ultrasónico de los gritos. Yo quedo sin voz mientras nada más se altera, nadie más se inmuta.

"Focalizar la energía en construir el presente. El pasado pasó", me repito. Pero una paradoja me contesta:

Es imposible construir cuando sientes que estás sepultada en cemento.

¿Me apagas tú?

domingo, 11 de diciembre de 2011

"Desconecto para poder volver a conectar", dijo exhausta La Camarera. 

Y tiró tan fuerte de su cable que temió en lo más profundo haber arrancado el enchufe con él y llevarlo ahora siempre consigo.

Quizá no se hubiese percatado, quizá La Camarera era wireless. O tal vez traía de serie una batería incombustible. Quizá sólo estaba hibernando. O simplemente no encontraba el botón del off. ¿Dónde está? No lo sabía. No lo sabe. Yo tampoco.

El procesador no le daba tregua aunque, por fortuna, alguna reconfortante parte del software trabajaba sin descanso para contrarrestarlo. Ideas, planes, ideas que generasen tareas para ejecutar en primer plano exigiendo un rendimiento casi total del sistema. Un bombardeo de instrucciones y datos al hardware sobre acciones alternativas. Quizá triviales pero, dios, cómo las necesitaba.  De lo contrario, presagiaba un disco duro quemado incendiando todo el equipo.

¿Y si se agotasen la creatividad y las tareas alternativas? ¿Y si el sistema colapsa? ¿Cómo apagarme? ¿Quién me apaga?

Unplugged

jueves, 28 de julio de 2011
By cirox

Desconecto para escucharme en acústico, para tocarme sin cables. Para exponerme a un grupo reducido de extraños que me serán familiares en unos acordes. 

Agua y Tierra como elementos frente al Ahora. Fuego y Aire para impulsarme al Mañana: una sala VIP donde nadie conoce mis temas. Me presento desnuda.

Puedo ser indie, puedo ser rock, puedo ser salsa, puedo ser soul... puedo ser o no ser. Puedo ser una o todas a la vez. Puedo elegir la clave, puedo ajustar el compás, pintar las notas que me apetezcan, gritar silencios, deshojar fusas... 


Quiero hacer rap fusión sobre mi base. 

Y beberme después toda el agua y tragarme la arena y flotar en el aire y llegar siendo fuego. Fuego que genere energía para conectarme al Ahora que viene, con la batería como nueva...

Desconecto para poder volver a conectar.

Question's mark

sábado, 28 de mayo de 2011
Por Ninja M.
- ¡¡¡Agárrense, que vienen curvas!!!
- ¿¿Muchas, señorita??
- No, bueno, sólo una. Pero es tan pronunciada que incluso obliga a cambiar la modulación. Que se precipita en caída libre.

"¿Qué estoy haciendo con mi vida?". Y, después, vacío. Vértigo y vacío. Inercia, velocidad y bocanadas de aire que elevan mi pelo y mi ropa, que estiran mi piel en dirección al pasado, resistiéndose a avanzar, muerta de miedo por caer, aterrada por el inminente golpe de quien no aprendió a volar antes de ser empujada. ¿Cómo hacerlo en caída? ¿A quién consultar?
Tengo miedo. 
Aunque sé que si la caída se prolonga, el miedo dejará paso a la rutina de quien se acostumbra, de quien lleva años cayendo.

Tras el llanto desgarrador de la curva, tras la inercia inevitable de la caída en picado, tras la sorpresa de todo y la normalización: el presente continuo en continuo movimiento, sucediendo sin más.

- Deje de caer, señorita. Visualice su punto de destino y enfoque hasta allá su rumbo. Despacio, preparando sus pies para posarse, despojándose mientras llega de su antigua ropa, sus zapatos, sus dudas, su indecisión... Acérquese y pose sus pies desnudos, con esperanza, acariciando el suelo y sonriendo a su alrededor. Déjese vestir con ropa nueva, avance, camine, sonría, ¡sonría! Y viva por fin en futuro perfecto.
Por fin.