El músculo más agarrotado de todos desteñía
carmín y una sonrisa de Óscar.

Al fondo, siguiendo el camino de la inercia y la gravedad, los
Pulmones se ensanchaban para dar cabida a una gran masa de aire. Una barrica biológica de primera que gestaba la Sílaba más estridente e impronunciable. Desde allí se advertían las
Cuerdas Vocales fundidas en una muralla férrea e infranqueable. Mecanismo de defensa, quizá, para impedir que aquel "
no"
las rasgase de forma fatal.
En el Centro de Operaciones, todo se había diseñado a conciencia. La articulación de movimientos, la consecución de impulsos, la modulación de la voz, el momento espacio - tiempo... Pero un infiltrado del Sistema siempre acababa dando el chivatazo al Corazón y tirando de contactos en el Centro para hacer fracasar la misión.
El "no" sólo veía la luz a duras penas....